El que me conoce sabe que yo nunca he sido muy activa en las redes sociales. Tenía resistencia para cuidarme de las comparaciones, de la envidia y de la necesidad de aceptación. Cuarentena, bendita cuarentena, lo que has hecho conmigo. Yo en menos de dos meses pasé de no publicar nada en mis redes sociales a utilizar y a curar activamente Facebook, Instagram, y linkedin. ¿Cómo así? Bueno yo ahora con mayor entendimiento de sus propósitos, las he estado utilizando para mi beneficio en todas las áreas de mi vida. El tiempo que paso en ellas es atípico porque estos tiempos lo son pero de alguna manera me ha permitido ponerme al día. Influencers, líderes de opinión, Instagram and Facebook stories, lives, dm’s, social selling, todas estas cosas eran un mundo del que yo no participaba. Ah pero Karla, ¿y que es lo que tu hacías? Oh Oh, vivir como cualquier otro ser humano que creció, se reprodujo(todavía no lo he hecho) y murió sin conocerlas, todo bien. Me encantaba hablar de transformación digital en los negocios, pero le restaba valor como herramientas para mi vida y mi desarrollo. Ha sido una experiencia de descubrimiento y aprendizaje y quiero compartirles algunas de ellas. (Recuerden, solo seguía al supermercado bravo y al nacional en Instagram(hipérbole necesaria para variar).
1. Líderes de opinión, “influencers”, famosos, en fin, hay muchas voces y es necesario escoger sabiamente a quienes vamos a escuchar. La cantidad de contenido puede ser un tanto abrumadora y no siempre necesitamos un resumen de un tercero. Aprecio el tiempo que dedican para brindar contenido de calidad pero tengo que cuidarme de no acostumbrarme a consumir solo el alimento que otro saboreó y masticó. Si me interesó el tema, puedo profundizar cuando quiera.
2. Para los negocios donde el atractivo visual de los productos es lo primordial, es fabuloso. Sigo cuentas de pastelerías, negocios de catering y elaboración de regalos personalizados. Para los negocios de servicios, pues si es una gran herramienta para agregar valor a la comunidad a la que sirves y esto proyecta tu marca, tanto la del negocio como la personal.
3. A falta de maquillaje, filtros. Entiendo que es difícil que una foto “al natural” sea del agrado de los que han probado el filtro. Después de acostumbrarte a verte unas pestañas kilométricas, una piel homogénea sin poros, manchas o cicatrices, unos pómulos perfectamente sonrojados, y una cara iluminada, ¿para atrás? Ni para coger impulso. En mi humilde opinión hay que impulsarse uno mismo a estar en paz en nuestra piel. La perfección no existe, ese caso siempre lo hemos tenido pero todavía no nos cansamos de buscarla.
4. Para mantener el contacto con personas que no están en tu círculo social cercano es excelente. En este tiempo he podido reconectar con mucha gente que para volver a tener una conversación y ponerme al día solo tuve que buscar su nombre en Facebook o en Instagram para pedirle el teléfono. Hace unos días me puse al día con una amiga de mi adolescencia a quien no veía hace 9 años, todo fue posible por un dm, si, de parte mía, la más social ahora.
5. Nunca es tarde para seguir aprendiendo. Si no estás dispuesto a curar a quien seguir y a quien no, dependiendo de tus intereses, si algunos coinciden con los míos te tengo unas buenísimas recomendaciones. ¿De qué quieres saber más? Dios, lectura, negocios, ventas, belleza, cine, finanzas, manejo del tiempo, productividad, dinosaurios, tú me dices y de seguro que hay una cuenta. Lo que yo de verdad no recomiendo es seguir a "villega y todo el que llega". ¿Para que yo voy a perder mi tiempo viendo la vida de otro si a veces yo misma digo que no tengo tiempo para hacer todo lo que quisiera? En vez de ver los buenos recuerdos de terceros, podría invertir en crear los míos con la gente que amo. Yo deseo deseo deseo, versus creo, acciono y disfruto ;).
Siempre hemos tenido redes sociales(clubs) y su digitalización ha abierto las puertas a la diversificación de todas estas plataformas. En mi opinión, es necesario seguir la carrera del balance porque todo lo que no es malo no siempre conviene. A mí me conviene estar activa en las redes sociales que le agreguen mayor valor a mi vida pero dejará de ser conveniente en el momento en que ocupen un lugar inadecuado en mi corazón. Si los likes empiezan a ser un mayor indicador de cómo me veo, si el temor de perderme algo me consume, si mis ganas de seguir consumiendo contenido y escuchar lives sustituye mi necesidad de una buena conversación cara a cara o un buen libro, ahí hay un problema. Vale la pena correr la carrera del balance y hacer lo que hay que hacer lo que sabemos que tenemos que hacer pero decidimos no hacerlo por querer estar inmerso en la burbuja de la red social. Que las redes nos sirvan a nosotros y no nosotros a ellas.
Gloria a Dios por todo
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