Honestamente no quería que mis quejas de “no tengo tanto tiempo para escribir”, “no tengo tanto tiempo para dedicárselo a mi hogar”, “no tengo tanto tiempo para hacer cosas para mí y los que amo”, “no tengo tiempo para cocinar lo que me gusta”, “no tengo tiempo para crecer espiritualmente como quisiera”, terminaran en un toque de queda desde las 5:00 PM y una cuarentena sin fecha de término. Como todos saben, Gian y yo llegamos de Inglaterra el 22 de noviembre del 2019, llegamos en un época donde el distanciamiento social no era un concepto ni un término en el que nadie podría pensar, eran reuniones y reencuentros constantes, y no les puedo mentir, me sentí abrumada al principio, porque era el antónimo del desbalance que estamos todos viviendo en el día de hoy. Llegamos y eso fue, boda, playa, reuniones, fiestas de cumpleaños, tiempos de pascua, mucha comida y hasta un fin de año acampando, una primera experiencia para muchos de un grupo de aproximadamente 30 familiares y amigos que se dieron cita. Solo un mes luego de haber llegado, y para la única gloria de Dios, Gian y yo estábamos trabajando, reintegrándonos y readaptándonos al estilo de vida que en cierto modo habíamos pausado. Ya solo nos quedaban las fotos, y un tremendo agradecimiento por lo vivido y grandes esperanzas y planes para el futuro. Y ahora que, mi abrumadora agenda social ya no existe, mi trabajo está en pausa, y ya miles han muerto por algo que no podemos ver y es muy difícil de controlar. Estos días de cuarentena me han dejado lo siguiente, y sé que con los días vendrán nuevas perspectivas, me gustaría que puedan comentar a esto y compartir conmigo lo que ustedes han aprendido, al final soy el resultado de un Dios que me rescató y cientos de instrumentos que ha puesto en mi camino.
1. Si bien pueden no ser ciertas ninguna de las teorías de la conspiración que aseguran que hay un responsable con nombre y apellido de lo que está pasando, vivimos en un mundo que NO controlamos nosotros, jugamos, yo juego a que sí, pero no es así.
2. El internet y las redes sociales son una increíble herramienta que tiene esta generación pero la utilizamos tanto para crear como para destruir, desinformar y crear más temor del que ya nos caracteriza.
3. Esto lo leí pero nunca me ha hecho más sentido, los ídolos que nos quitaban la respiración al verlos o escucharlos están en sus casas porque nadie puede reunirse a verlos, y en la primera línea de batalla están los héroes silentes, doctores, enfermeros, trabajadores sociales, gente que con o sin pandemia se entregan cada día por el bienestar de otros. Claro que puede que una mal experiencia con un profesional médico pueda empañar un poco nuestra opinión y sesgarla a lo negativo, pero hay gente que constante y genuinamente invierte todo su tiempo por la mejoría y el servicio de otros.
4. El liderazgo definitivamente ha sido puesto a prueba, este es un tiempo en el que muchos están tomando decisiones muy difíciles, unas para cuales pudieron haberse preparado pero quizás esperado nunca haber tenido que tomarlas.
5. El hogar no son cuatro paredes y un techo, es una madre o un padre ocupad@ en la continuidad de la educación de sus hijos, buscando alternativas para seguir proveyendo y supliendo sus necesidades. Es una hija o un hijo cuidando de sus padres para evitar que se contagien, es un matrimonio compuesto por dos individuos volcados en servir y amar sin condición.
6. ¿Cómo demostramos ser comunidad, buenos vecinos, buenos ciudadanos, si no tenemos oportunidades para hacerlo? Esta es una excepcional para probar de que estamos hechos.
7. Entiendo que habrá un antes y un después del COVID-19. Yo hoy no soy la misma que hace 5 días me despedí de mis compañeros de trabajo hasta Dios sabe qué día, mis prioridades no son las mismas, y lo que yo entendía que era de mucha importancia ya no lo es, no creo que me deje de lavar las manos con frecuencia al regresar.
8. Esto es una realidad que estremece, pero que a su vez la fe fortalece. Espero todos aprovechemos este tiempo, que extendamos nuestro apoyo a los que más lo necesitan de la manera en que podamos y que si alguno de nosotros o uno de nuestros seres queridos se enferman, que podamos ser reconfortados y fortalecidos en la tormenta.
#FE SOBRE EL TEMOR # QUÉDATE EN CASA
Gloria a Dios por todo.
Así es, de toda circunstancia difícil hay un aprendizaje y esta no es la excepción, nuestras vidas han sido cambiadas completamente pero nos aferramos a esa confianza de que tenemos un Dios que tiene cuidado de nosotros y sea lo que sea que pase, todo obrará para bien, conforme a Su voluntad. Saldremos pronto de esta, transformados y fortalecidos. #faithoverfear !